La inventora, Eesha Khare se las ha ingeniado para comprimir una batería en un dispositivo minúsculo que es capaz de cargar el móvil en 20 o 30 segundos. Gracias a su idea, ha ganado el premio de la Fundación Intel al Joven científico. “La batería de mi teléfono móvil siempre muere”; este ha sido el principal motivo que animó a Khare a emprender este innovador y útil proyecto.
El dispositivo se trata de un condensador de energía, más duradera que la de una batería convencional. Además, en comparación en estas últimas, el ciclo de vida de esta “super batería” puede llegar a durar 10.000 ciclos de carga.
Esta joven emprendedora puede haber solucionado uno de los hándicap de la era tecnológica de los smartphones, que podría ser aplicable a muchos más ámbitos con el interés y, por supuesto, la inversión necesaria.
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