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domingo, 21 de abril de 2013

Samsung busca un método para controlar smartphones con la mente

Tecnología EEGLa universidad de Texas junto a la multinacional Samsung trabajan en el desarollo de un casco que manejaría las tablets y smartphones con la mente.
La idea inicial era la de ofrecer a pacientes de alguna discapacidad física la posibilidad de interactuar con estos dispositivos táctiles, pero a medida que desarrollaban el proyecto se dieron cuenta de que también podría ser de utilidad a personas sin ningún tipo de discapacidad.

La interfaz de este sistema cerebro-ordenador se basaría en el sistema EEG. La electroencefalografía (EEG) es una exploración neurofisiológica que se basa en el registro de la actividad bioeléctrica cerebral en condiciones basales de reposo, en vigilia o sueño, y durante diversas activaciones (habitualmente hiperpnea y estimulación luminosa intermitente) mediante un equipo de electroencefalografia.

Ya existen en el mercado productos que utilizan esta tecnología, como los auriculares de Neurosky  denominados MindWave. A simple vista, el MindWave tiene el aspecto de auricular, aunque su particularidad es que incorpora varios sensores neuronales: tres están situados en una pieza que se coloca en la oreja y otro se coloca en la frente mediante un pequeño brazo. En su versión para consumo masivo, el paquete básico del MindWave incluye diez aplicaciones especialmente diseñadas que van desde el entretenimiento hasta la meditación, y que son compatibles con Mac o Windows a través de una conexión USB.

Este desarrollo toma como base la actividad del cerebro conocida que se produce cuando las personas muestran patrones visuales repetitivos.

Según palabras del investigador principal de Samsung, Imsoo Kim, hace años un teclado era la única forma de poder controlar un teléfono móvil, hoy podemos hacerlo a través de la voz, el tacto o el movimiento ocular, la introdución de nuevos métodos enriquecerán estos procesos.
 Aunque se ha avanzado mucho en cuanto a los sensores que han pasado de tardar 45 minutos en configurar a unos 10 segundos aún se precisa de una gorra o casco y del cableado.

Es casi imposible saber que nos deparará el futuro, pero las interfaces hombre-máquina parecen ser un camino inevitable.

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